Por: Juan Francisco García
Twitter: @jfgarcia2809
1. Una expulsión siempre enrarece un partido. Al
minuto 3, Angulo aguanta un balón de espaldas y Polenta, defensor central de
Nacional, con la cabeza de un niño, lo pisa en el piso y deja a su equipo con 10. Esto
hizo que el Dt local, Gustavo Munúa, se viera forzado a sacar a su enganche
Ignacio González por Santiago Gorga, defensor central. El local pasó de un 4 2
3 1 a un 4 2 2 1. Independiente Santa Fe apostó
por su ya tradicional 4 4 2 (mientras no esté Omar Pérez).
2. Desde el principio, Santa Fe tuvo la instrucción
de presionar alto, en zona de gestación del equipo local. Morelo y Angulo eran
los primeros defensores, y Roa y Salazar
alternaban para no permitir el primer pase interior de Nacional de Montevideo,
“comiéndole los talones” a Romero y a Porras, volantes de primera línea de Nacional.
3. Interesante sincronización para defender la de
Santa Fe. Dependiendo la zona del balón, uno de los volantes rompe y tres lo
respaldan. Anchico y Roa son los más activos para romper y hacer
el primer pressing, mientras Salazar y
Seijas deben encargarse del equilibrio. Santa Fe cada vez bascula mejor y la
primera intención de pressing logra ser bien respaldada.
4. Nacional entendió que la pérdida de su volante
de enganche, más la presión de Santa Fe por el centro, le dejaba las bandas como
la mejor (única) opción. El ataque externo, como es costumbre, hizo sufrir a
Santa Fe. Cummings, que jugó de lateral izquierdo, se ganó una amarilla muy
temprano. Luego Villarraga, que lo remplazó para evitar la roja, recibió una
amarilla apenas ingresado. Además, Seijas, que sólo estuvo para defender,
sufría con cada ataque local. Hasta el minuto 25 no se sintió el hombre de más
y las mejores aproximaciones las tuvo el local, a punta de envíos y juego
aéreo.
5. Además de sufrir por los costados, Santa Fe
sufría en el área. Mina perdía marcas
inexplicablemente, Anchico era pasivo para marcar hombre a hombre y Meza hizo
más faltas de las necesarias. Nacional llevó el partido a su parecer y Santa Fe ni era hermético en defensa, ni creativo para
comprometer la defensa Rival. Se jugaba “ a lo uruguayo”, balón rápido a los
extremos, centro y a “guapiar”.
6. Nacional optó por no presionar alto cuando
perdía el balón. Plantaba su primer bloque defensivo de la mitad para atrás, haciéndose intenso en su campo para evitar la elaboración rival. Sólo hasta el minuto 25 Santa Fe
logró llevar de un lado a otro al bloque uruguayo y se demostró a sí mismo
que en la paciencia y la movilidad
estaría la llave para hacer valer el hombre de más. No lo volvería hacer en lo
que restó del primer tiempo.
7. Si una expulsión enrarece un partido, tres lo
deforman por completo. Al minuto 40 se fueron expulsados Anchico, Capitán de Santa Fe, y Alonso, único jugador en punta y el más peligroso
del equipo local. Con dos aproximaciones de Nacional a balón
parado y cero para el equipo visitante se despidió el primer tiempo. Se vendría
un atípico 9 contra 10 para los segundos 45.
8. El segundo tiempo llegó sin cambios. Jugar con 9
es una anomalía completa. inevtiablemente Nacional le abría espacios a Santa
Fe, que aprovechaban Morelo y Otálvaro. Porras, el mediocentro de Nacional y figura del partido, se
hacía omnipresente para achicar la cancha que con 9 se hace gigante.
9. Al minuto 62, Meza rompe y recupera el balón por pressing, dejando clara la intención del visitante de situar su primera línea muy cerca de la mitad y así, al recuperar el balón poder filtrar con vértigo directamente a los delanteros. Morelo tira una diagonal brillante y Otálvaro mete el balón al espacio, el delantero colombiano más eficiente
en el 2015 logra el 0-1: nadie sabe cómo
jugar con 9.
10. Otálvaro
y Roa se relevaban e intercambiaban roles de volante y lateral. Interesante
movimiento, pues la banda derecha de Santa Fe, su banda feliz, se veía fresca y
fértil. En contraste, Seijas, y con él la banda izquierda, fueron el carril del
equilibrio: “La izquierda para defender y la derecha para atacar” parecía ser
la instrucción de Peluso.
11. Rompiendo
la lógica, por despliegue y corazón, Nacional lograba hacerse espacios con 9.
La presión de Santa Fe dejó de ser alta y tanto Morelo como Angulo ahora
iniciaban la presión de la mitad para atrás. De aplaudir lo de Nacional, que
atacaba hasta con 4 hombres, demostrando que se puede atacar, siempre. A empatar o morir.
12. Santa Fe, desde el minuto 70, se hizo del balón para exacerbar el despliegue y desgaste
de Nacional. Sin sorpresa, todo el ataque lo inclinó por la derecha. Al 72 Angulo casi
sella un golazo de taco a previo envío de Otálvaro. Inteligente movimiento de Santa Fe mantener su primera línea bien adelante, en la mitad, para
ahogar a Nacional y mandar en la cancha. Desde el 72 en adelante se acercó a lograrlo.
13. Al
75, Otálvaro -siempre Otálvaro- explotó la banda derecha
(ya inhumana para el local) llegó al fondo y sacó al balón a Seijas, que
acompañó la jugada y salvó su partido
sentenciando el 2 a 0. Lo dicho, nadie sabe jugar con 9: sin brillar, Santa Fe
lograba una ventaja de dos goles que le pone letras a su clasificación.
14. Los
15 minutos finales vinieron acompañados del inevitable desgaste local. No le
era posible presionar y el visitante, con el negocio en el bolsillo, se dispuso
a enfriar el partido. Quiñones remplazo a Morelo y Gordillo a Angulo.
15. Santa
Fe, nunca, estuvo exento de sufrimiento. Para explotarle las bandas basta con 9
jugadores valientes. Fue un 2 0 que lo deja muy bien ubicado, sí, pero el despliegue
de los uruguayos no permite dudar que la revancha en el Campín será una
auténtica guerra. Fue un triunfo atípico para un partido atípico, un resultado mentiroso que premia a un Santa Fe que se acostumbró a ganar los partidos importantes, pero que a la vez deja claro que contra los Uruguayos la serie se acaba cuando se acaba.
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