Por: Sebastiàn Nohra
La selección paraguaya del “tata” Martino que galopo sólidamente las eliminatorias al mundial 2010, y que estuvo muy cerca de eliminar al campeón de aquel mundial, dejó una vara de exigencia muy alta. Ese equipo llegó a la final de la pasada Copa América de manera épica. Martino sabía que no había más pulpa y se despidió después de la final.
Cuatro años después, el escenario es muy
parecido. Ahora, ante la ausencia de talento y una nueva generación de
jugadores de alto nivel, Ramón Díaz ha tratado de construir una roca. Un equipo
corto. Que ataque en bloque y defienda en bloque.
Ayer venció a Jamaica con una distancia
muy grande entre resultado y juego. Se paro con un 4-4-2. Bobadilla y Santa
Cruz clavaban a los cuatro defensas de Jamaica jugando ambos como nueves. Benítez y Derlis González abiertos haciendo
un trabajo de ida y vuelta de mucho desgaste. En el doble cinco, Cáceres y el
capitán del navío: Néstor Ortigoza.
En los primeros veinte minutos, Paraguay
tenía la iniciativa pero no lograba desordenar a la defensa de Jamaica. Cometía
el error de enviar centros al área, después de la primera apertura de la
jugada. Sin movimientos ni desequilibrio es un error enviar centros con todos
los defensas contrarios debidamente posicionados.
Según avanzaban los minutos, Paraguay
mejoraba y lograba mayor profundidad. Recostó su juego por la derecha con
Derlis González como álfil. Este es el jugador más interesante que tiene
Paraguay pensando en los próximos años. Talentoso y rápido. Dejo de apresurarse
y empezó a explotar el uno a uno y a buscar la pared antes que el centro.
Paraguay estaba muy cerca del gol.
Por juego, eran los mejores minutos del
equipo de Ramón en la Copa. Ortigoza los hacia jugar a todos. El volante de San
Lorenzo parecía el comodín que en algunos ejercicios en entrenamientos usa un
peto de otro color y los dos equipos lo deben buscar para armar juego. Juega
siempre a uno o dos toques. Fue el mejor contra Argentina y el mejor contra
Jamaica. Evita grandes y rápidos desplazamientos, y guarda siempre la posición.
Siempre se ofrece como alternativa de
pase. Cabeza arriba , buscando a Benítez y González permanentemente para
desahogar por afuera.
El gol fue extraño pero ilustrativo.
Primero porque puso las cosas en su sitio. Y segundo, por que es una jugada
casi amateur. Que desnuda el nivel técnico de Jamaica. Éste es un equipo que
está dos o tres escalones por abajo del nivel de esta Copa América. Atacan y
defienden sin orden. Juegan con un 4-4-2 sin ninguna idea reconocible. Avanzan
en la cancha más por ímpetu que por juego.
Hasta el minuto 77 Jamaica no generó peligro. Un tiro de afuera del área que pasó cerca y un cabezazo en el minuto
92 fue el aporte ofensivo de Jamaica en
el partido. Los últimos quince minutos se jugaron en campo de Paraguay, por la
instintiva reacción de los jamaiquinos de estar eliminados y la precaución de Ramón
Díaz para asegurar el resultado.
El resultado fue corto. Jamaica se
despide y Paraguay está cerca de clasificarse a cuartos. Las posibilidades de los paraguayos pasan
por seguir compitiendo sin cesar como lo han hecho. Defendiendo y viajando
juntos. Y en seguir agarrados a
Ortigoza, el jefe de la sala de maquinas, quien juega con diez hilos amarrados
en sus manos. Si sigue manejándolos con esa destreza, Paraguay no habrá dicho
su ultima palabra en esta Copa.
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