Por: Juan Francisco García
@jgfarcia2809
Santa Fe volvió a ser local. Por obras en el Estadio de la
independencia Chicó organizó su partido como local en El Estadio de Techo. Pero Techo se llenó de hinchas rojos y Santa Fe supo desde el inicio que un partido
así se cuenta como en casa, que debía salir a ganar.
Como única variante apareció Otálvaro de lateral y Anchico
de Volante. Roa, ausente por lesión en
el tobillo. La disposición fue la misma que la mostrada en el último partido.
Línea de cuatro habitual, Salazar como único seis, Pérez, Seijas y Anchico
completando la segunda línea de volantes y arriba Morelo y Quiñones.
Chicó, por su parte,
cumplió con lo esperado: equipo hermético, organizado, todos a pasar la línea del
balón. Primero el orden, segundo el orden, tercero pensar en atacar. Atacar
como consecuencia colateral, como excepción,
no como fundamento del juego. Ya son cuatro partidos que dejan al menos
una conclusión: la gran mayoría de equipos de la liga, cuando enfrenten a Santa
Fe, tendrán como principio primero
neutralizar al equipo rojo y luego, cuando se pueda, intentar ofenderlo. Santa
Fe llevará la batuta, deberá, una y otra vez, tener la creatividad y el
funcionamiento suficiente para romper las murallas que le planten al frente.
El primer tiempo se jugó más como lo planteó Chicó. Aunque
Santa Fe se hizo intermitentemente de la
pelota y fue el más cercano al gol, con un balón que pegó en el palo después de
una buena asociación entre Quiñones -Pérez y Morelo, las ocasiones de gol escasearon. Santa Fe no logró hacerse amplio,
mucha disputa en la mitad, poca intensidad con el balón y a Omar Pérez se le
vio muy lejos de los delanteros. Cuando el capitán logra recibir en el último
cuarto, cuando la asociación con Quiñones y Morelo se da en los últimos 15
metros, entonces Santa Fe se hace serio. Chicó se fue al descanso sin una
opción de gol.
Para el segundo tiempo se exacerbó el no plan de Boyacá
Chicó y el dominio de Santa Fe. Las consecuencias se vieron temprano, cuando al
minuto 3, Campáz rechaza a ninguna parte, le cae el balón a Pérez que rapidísimo
habilita a Morelo que entra por la derecha,
centre de gol a Mosquera… que confirma
que es lateral. Aún 0 -0. Chicó plantó sus once jugadores atrás, defendiendo por
defender, plano, triste; mientras Santa Fe fue más inteligente y vital que en
el primer tiempo, llevando el curso del partido con paciencia, adelantando las líneas y a
Omar Pérez que, genial, perfecto, al minuto 71 suma otro pase para su antología, Morelo mano a mano y gol: 1 –
0.
El gol desvirtuó el
mezquino planteamiento de Chicó y premió la constante iniciativa de Santa Fe.
Mosquera se soltó, la banda izquierda se
hizo más relevante, Santa Fe dueño del juego, con el liderato en el bolsillo.
Debutó Gordillo que se plantó al lado de Salazar para enfriar el partido, y jugó Borja, que entró por Quiñones y tuvo el
segundo gol. También hubo un penal dudoso a previa asociación entre Pérez,
Quiñones y Morelo.
Fue otro golpe sobre la mesa. Santa fe sigue con números redondos y sin recibir gol.
Además, la próxima fecha la vuelve a jugar en casa. Veremos hasta dónde lo lleva
el impulso inicial. Partido a partido. Lo que es claro es que para parar al equipo del Peluso, se requiere algo más que parar a once tipos uniformados con la orden de pasar la línea del balón, pues Santa fe conjuga tres grandes virtudes: perseverancia, paciencia y eficacia.Tendrán que salirlo a buscar.
Pd: Omar Pérez es una suerte. Una suerte para el fútbol colombiano. Demuestra que en este juego, los mejores, no juegan con los pies, sino con la cabeza.
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