martes, 22 de septiembre de 2015

Genio y polémica

Pasó de todo en La Paternal. Boca visitaba a Argentinos en una cancha que siempre es complicada para los visitantes, tanto por el rival como por las reducidas dimensiones del terreno de juego. Con el envión anímico por haber ganado el superclásico en la fecha anterior, el equipo de Arruabarrena tenía que defender la punta ante un equipo que tiene menos puntos de los que merece. El ‘Bicho’, si bien se encuentra en la parte baja de la tabla, es un equipo atrevido y que trata de proponer, más allá que no le ha dado frutos en lo que va del campeonato.

La zona defensiva de Boca fue la misma que enfrentó a River una semana antes. Monzón pareció ganarle la pulseada a Colazo, quien no viene teniendo actuaciones destacadas desde hace algunas fechas. Por acumulación de tarjetas amarillas Meli y Erbes debían pagar una fecha de suspensión, que sumado a la lesión de Fernando Gago, obligaron a Arruabarrena a poner en cancha un medio campo inédito: Betancur, Cubas y Lodeiro. En ataque el Vasco utilizó al tridente Palacios, Tévez y Calleri. Néstor Gorosito, entrenador del equipo local, mantuvo su esquema habitual con cuatro defensores, cinco volantes y un único punta. A pesar de no tener una defensa muy sólida, el medio campo de Argentinos puede ser uno de los más equilibrados de todos los planteles del torneo.

Los primeros 44 minutos de partido inspiraron el bostezo de todos. La primera mitad del partido se caracterizó por estar llena de infracciones y poco juego asociado. Ninguno de los dos equipos logró imponer condiciones, pero el que más cerca estuvo fue el local. Boca no pudo controlar la pelota y aprovechar el buen pie de Lodeiro y Betancur porque los volantes centrales de Argentinos fueron una auténtica muralla. La dupla Ledesma – Ham, que combina agresividad y buen juego, frenó todos los ataques que propuso el equipo visitante. Y aunque Arruabarrena era consciente de lo que sucedía, no cambió nombres ni esquema esperando que se destrabara el partido.

En el minuto 45, con tiempo cumplido, Tévez dio una de sus tantas muestras de categoría. Recibió el balón por derecha y encaró hacia adentro. No vio la opción de habilitar a un compañero, o dar un pase de gol para alguien mejor ubicado, por lo que remató cruzado y con fuerza al arco defendido por Gabbarini. El arquero voló y embelleció aún más el golazo que acababa de marcar el ‘Apache’. Golazo por la jugada y golazo por el significado: darle la ventaja a un equipo que no había hecho méritos para ponerse arriba en el marcador.

Al finalizar el primero tiempo se armó una tangana entre los jugadores de ambas escuadras, por lo que antes de iniciar la segunda mitad el árbitro Luis Álvarez expulsó al colombiano Lenis, dejando a los locales con 10 hombres. El trámite del partido no fue muy distinto a lo que ya se había visto, porque el doble cinco de Argentinos estaba inspirado y porque Boca no estaba lúcido a la hora de tomar decisiones. Fue ahí cuando Lodeiro, con toda su calidad, encontró un espacio a la espalda de Ledesma y filtró un exquisito pase a Tévez. Carlitos quedó de frente a Gabbarini y definió con suma tranquilidad, poniendo el 0-2.

Pudo haber sido un golpe de K.O. para el local de no ser porque en la jugada siguiente, tras sacar del medio, encontrara el descuento gracias a una desatención defensiva de Boca. En un centro cruzado Freire bajó muy bien con la cabeza la pelota y Ham, que acompañó la jugada, sólo tuvo que empujarla pues Orión había quedado lejos. 1-2 y el partido parecía dar ciertas luces buen juego, o al menos de un juego un poco más fluido. Pero la ilusión duró muy poco, pues los equipos volvieron a la actitud de antes y el encuentro volvió a aburrir.

La nota amarga del partido iba a llegar en el minuto 78 cuando Tévez y Ham, en una pelota dividida, chocaron y el volante central terminó gravemente lesionado. En lo que debió ser la expulsión para el delantero ‘Xeneize’, pues le puso una ‘plancha’ a su rival, la falta de fortuna hizo que Ham se lesionara la tibia, el peroné y probablemente el tobillo, acción que el árbitro ni siquiera vio como infracción. En tiempo de descuento, con Argentinos volcado al ataque, un error en zona defensiva del local fue bien aprovechado por Calleri, quien se fue de frente contra Gabbarini. El delantero logró definir entre las piernas del guardameta y puso el 1-3 definitivo.

En la que no fue la mejor tarde de Boca, la buena noticia fueron los tres puntos conseguidos y la defensa del liderato. Quedan cinco fechas, cinco finales donde cualquier ‘pinchazo’ puede ser determinante y donde, antes que jugar bien, en la cabeza del Vasco hay una única idea: ganar.

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