La tarea pendiente

Por: Sebastián Pachón

Tanto Boca como San Lorenzo sabían que era un partido que no se podía perder. Se enfrentaban el líder y el escolta, separados por sólo dos puntos y siete fechas más por jugar. El Xeneize, en su condición de puntero, tenía una oportunidad inmejorable de ampliar la diferencia con su más inmediato perseguidor; por su parte, los de Boedo podían alcanzar la punta únicamente con la victoria, pero un empate en la Bombonera no era visto con malos ojos.

La fecha FIFA le dio un tinte extraño al partido. Jugadores que son titulares habituales como Tévez, Lodeiro, Gago, Mas y Ortigoza –quien jugó un amistoso con su selección y luego fue desafectado, por lo que volvió a tiempo para el partido contra Boca- fueron convocados por sus selecciones nacionales, obligando a los entrenadores a buscar variantes que ocuparan los importantes vacíos que dejaban los internacionales. Arruabarrena decidió iniciar el partido con el arquero y la defensa de siempre: Orión; Peruzzi, Tobio, Díaz y Colazo. El medio campo, con varios cambios por lesiones y ausencias, fue conformado por Meli, Cubas, Pérez y Betancur. Finalmente, en punta, Palacios acompañó a Calleri. El equipo del Patón Bauza salió con su característico 4-2-3-1, titulares habituales con excepción de Kalinski y Arias que ingresaron por Ortigoza y Mas, respectivamente.

Como era de esperarse el partido inició trabado, con un Boca que presionaba arriba y un San Lorenzo que peloteaba buscando ganar en velocidad con Villagra y Cauteruccio. La ausencia del paraguayo Ortigoza le hizo mucho daño al medio campo visitante, pues no tenía salida limpia con pelota dominada y los volantes Xeneizes podían atacar con mayor claridad. De esta manera la posesión fue toda del equipo de Arruabarrena, pero el orden defensivo que caracteriza a San Lorenzo anuló a Betancur y a Pérez, quienes no lograron generar situaciones para que aprovecharan los delanteros. En una primera parte para el olvido, las únicas llegadas de peligro fueron dos remates de Betancur y Villagra, bien contenidos por Torrico y Orión.

La segunda parte no fue muy distinta a la primera. Boca tomó el protagonismo a partir de la posesión, San Lorenzo se paró bien atrás y listo para salir de contra con sus rápidos atacantes. El paso de los minutos no parecía inquietar a los visitantes, pues el planteo “amarrete” que planteó Bauza estaba saliendo al pie de la letra, cerrándole los caminos a Boca por banda derecha y por el centro. En un intento por hacer algo distinto, el Patón sacó a Cauteruccio y metió a Matos, delantero por delantero, pero ahora con piernas frescas. No pasó mucho, el cero a cero parecía estar definido, el ingreso de Chávez por Palacios no había surgido efecto pues el Comandante tampoco logró vulnerar la seguridad de la última línea visitante. 

El árbitro Echenique, de muy discreta actuación, ordenó que se repusieran tres minutos de adición. Y fue ahí, con el partido consumido y en una jugada desafortunada, que el juvenil Betancur intentó salir jugando con Tobio pero terminó entregándole el balón a Matos. El delantero quedó de frente contra Orión, en un mano a mano que no iba a desperdiciar y que iba a decretar el 0-1 para San Lorenzo.

No hubo tiempo de reacción para el equipo de Arruabarrena, quien volvió a perder cuando más necesitaba conseguir un resultado. La tarea pendiente sigue siendo la misma: ganar los partidos importantes, los definitivos. En los últimos seis meses Boca demostró falta de madurez en sus dos choques internacionales contra el rival de toda la vida, pero la lección parece que no se ha aprendido todavía. Si bien contra San Lorenzo el equipo que más intentó fue el Xeneize, y el premio que se llevaron los visitantes fue muy grande, los partidos definitivos siguen sin ganarse.

Se perdió la punta del campeonato pues Boca quedó a un punto, que es una diferencia mínima pero una diferencia al fin. Ya no se depende de sí mismo y dentro de una semana hay un examen complicadísimo en Núñez, ante River Plate, donde Arruabarrena tendrá que traer los tres puntos a casa si quiere seguir prendido arriba en el campeonato.